Muy cerca de Mérida se encuentra la localidad de Alange y encima de la misma se situa el castillo que fue germen de este pequeño pueblo a los pies del pantano al que da nombre. Y precisamente desde el muro de la presa, donde podemos dejar el coche, parte un sendero paralelo al agua que se adentra en la localidad y que nos acerca al inicio del sendero que recorre el cerro donde se situa el castillo.
El comienzo es un ancho carril de un inconcluso paseo que va desde el pueblo a la presa y que transcurre paralelo al agua y en llano. Desde el mismo veremos a nuestra izquierda las paredes donde se practica la escalada y donde también anidan gran cantidad de aves roqueras.
Cuando lleguemos al pueblo debemos ir hacia la izquierda, subir una pequeña calle y volver a torcer hacia la izquierda, por la calle Castillo, ya en constante subida.
El sendero está perfectamente señalizado y en dos horas aproximadamente recorreremos todo el cerro.
Se puede hacer en cualquier época del año, evitando los días de excesivo calor o la lluvia, pero si tenéis la posibilidad de elegir la primavera es la mejor ya que veremos gran variedad de plantas y aves. No faltarán las orquideas sobre todo en la parte de la umbría.
Sobre todo en la parte alta se conservan diferas infraestructuras de esta fortaleza defensiva desde la que se dominaba gran cantidad de terreno llano circundante.
Las vistas del pueblo, pantano y sierras cercanas son verdaderamente memorables.
Para hacer el sendero es necesario tomarselo con calma y tener unas mínimas ganas de andar un poco ya que en algunos momentos la pendiente es un tanto dificultosa, sobre todo si el suelo está mojado. Es apto para todos los públicos aunque debemos de tener cuidado con los pequeños sobre todo en las ruinas del castillo.
Las esparragueras dominan el terreno y los espárragos son un manjar que con la lluvia y el sol posterior crecen por doquier.
La primavera nos regala bellas estampas de los majuelos, las mariposas y las orquideas.
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