Una vez cada año se produce un espectáculo natural en el Valle del Jerte que consiste en la floración de los miles de cerezos que adornan este maravilloso rincón de Extremadura. Solo son unos diez días lo que dura y por ello se concentran miles de personas intentando visualizar como millones de flores blancas pueblan las laderas del valle.
Este 2015 hemos tenido la fortuna de comprobar en directo como se tiñen de blanco las verdes laderas del Valle del Jerte y para ello tan solo hay que armarse de paciencia y atreverse a adentrarse en la única carretera que recorre este paraje natural.
Nosotros accedimos desde Plasencia y ya desde ahí comprobamos que no iba a ser fácil el llegar a nuestro destino, miles de coches atascaban las carreteras y es que los días de floración han coincidido con la semana santa y no solo parecían que los cerezos habían explosionado, también lo hicimos coches y personas a la vez.
Ya llevábamos mucho tiempo en el coche, en caravana y realmente sin saber donde terminaría nuestro calvario, y además viendo desde el vehículo como el blanco no fuese para tanto como dicen un año tras otro. Sinceramente cuando estás en el fondo del valle y miras las laderas no ves tanto blanco como esperas.
Entonces decidimos parar el vehículo en un lugar adecuando y adentrarnos caminos arriba en busca de ver los cerezos de cerca.
Tomamos uno de los muchos caminos que suben ladera arriba y es ahí cuando comprobamos lo que realmente es esta floración de miles de cerezos. Es un autentico espectáculo natural que no logramos recoger en la multitud de fotos que realizamos.
Adentrarse en los campos llenes de cerezos y ver como los pétalos blancos adornan los caminos es una experiencia inolvidable. Mientras tanto abajo seguían los atascos y realmente nos daba pena como miles de personas no iban a poder disfrutar de este espectáculo, ya que pasarían gran parte de la jornada encerradas en sus vehículos y siguiendo unos a otros sin saber apreciar que en cualquier ladera se puede apreciar esta maravilla natural.
Realmente os recomiendo que si tenéis la oportunidad no la dejéis pasar y que andéis lo mínimo posible con el coche, es mejor "patearse" ladera arriba en busca de multitud de rincones que nos mostrarán en todo su esplendor estos famosísimos cerezos que parecen estar recubiertos de un manto blanco.
Eso si hay que ser muy respetuosos con el entorno, con las propiedades y sobre todo con los cerezos los cuales no hay que tocarlos y mucho menos cortar ramas o cojer flores. Es una pena ver como algunos desaprensivos lo hacen y destrozan kilos y kilos de cosecha que laboriosamente trabajan durante tanto tiempo los campesinos del Valle del Jerte.
Os dejo un pequeño vídeo en medio de un sembrado de cerezos en flor.
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