Junto a la Aldea del Rocio, y al arroyo que le da nombre, se encuentra un punto de información y que además sirve como inicio para diversos senderos que recorren una zona interesantísima del parque nacional de Doñana. Se trata del centro de visitantes La Rocina.
Como no puede ser de otra forma la imagen de la Virgen del Rocío está presente en este centro y es que no debemos de olvidar que toda la zona está impregnada de un intenso sabor a la peregrinación de millones de personas a lo largo de la historia de Doñana. Algo que ha servido para dos cosas una para salvar estos parajes de la especulación y mantener vías pecuarias en activo y otra negativa en el impacto que dejan sobre el territorio determinados "peregrinos" que no han entendido todavía la zona que tienen el privilegio de poder pisar.
Otra figura que no falta en dicho centro es el lince ibérico, autentico icono del parque.
El arroyo de La Rocina tiene una vital importancia en la conservación de Doñana y conservan una variada flora compuesta por pinares, helechales, brezo, zarzas, carrizos... que sirven de refugio a una variada avifauna.
Además en el mismo existe una representación, justo al lado del centro de recepción, de una tradicional choza en las que vivían los habitantes de Doñana. Se encuentra bajo el cobijo de enormes pinos que le proporcionan sombra en los duros días del estío.
Para llegar al mismo hay que tomar la carretera A-483, que une la Aldea de El Rocío con el núcleo de Matalascañas, tomamos la salida que indica La Rocina y El Acebrón. Nada más salir de la carretera, junto al aparcamiento, encontramos el centro de visitantes.
Para llegar al mismo hay que tomar la carretera A-483, que une la Aldea de El Rocío con el núcleo de Matalascañas, tomamos la salida que indica La Rocina y El Acebrón. Nada más salir de la carretera, junto al aparcamiento, encontramos el centro de visitantes.
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