Un paseo cayendo la tarde por la población cacereña de Trujillo es una de las experiencias más gratificantes que puede depararnos el día después de haber pasado una buena jornada pajarera por cualquiera de los muchos lugares que hay en Extremadura para poder ver aves. Y eso es lo que hemos hecho nosotros, acercarnos a ver esteparias por los alrededores de esta histórica localidad y aprovechar la oscuridad para recorrer sus calles.
Recomendamos acceder a la Plaza Mayor y a partir de ahí tomar dirección hacia el Castillo, previamente habremos dejado el vehículo aparcado cerca de la antigua carretera nacional que cruzaba el pueblo, ya que si nos metemos por sus estrechas calles lo tendremos dificil para buscar aparcamiento.
Celtas, romanos, visigodos, árabes, todos han dejado vestigios de su presencia y es que no vano su casco histórico se encuentra sobre una colina granítica que domina todas las extensas llanuras que lo rodean.
Existen muchas casas y palacios ya que la nobleza se establecía en la localidad por las muchas ventajas y privilegios que otorgaban los reyes a quienes participaron en su reconquista.
Los alrededores del Castillo son sin duda los más vistosos y es que la gran expansión que tuvo la ciudad hizo que se construyeran muchas viviendas a las afueras de dicha instalación. Eso y el hecho de que muchos de sus nobles participaron en la conquista del nuevo mundo y volvieron con grandes riquezas de las américas.
En nuestro paseo por sus calles nos parece que en cualquier momento van a aparecer caballeros de la edad media y es que su conservación ha sido uno de los motores que han constituido a este pueblo en uno de los mas turísticos de Extremadura.
Su castillo así como gran parte de los palacios, iglesias, museos que existen son visitables, eso si previo pago de la tarifa correspondiente, y eso creo que es una mala política que entendemos no hace bien a la atracción de más turismo.
Las vistas de la Plaza Mayor desde el castillo merecen detenerse un rato y admirar su contemplación.
Un buen paseo, con tranquilidad y disfrutando del entorno que sin lugar a dudas se puede finalizar con una buena comida en cualquiera de sus muchos restaurantes y bares, para gran variedad de bolsillos, que existen en los alrededores de su Plaza Mayor.
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